Albalate de las Nogueras se dejó caer sobre una colina, de forma arracimada, donde confluyen el sonido y el color del agua y el mimbre, casi como un capricho más de la naturaleza.
En ocasiones es difícil distinguir la realidad del deseo y la historia de la leyenda, porque a menudo son una misma. Durante el siglo XI, en la Fuente de Baños, hubo un poblamiento Berebere. Con el destierro de El Cid de Castilla y su consecuente marcha hacia tierras de Aragón, éste tuvo que atravesar los territorios de las actuales Albalate de las Nogueras y Priego, batiéndose con sus pobladores en “el camino de la matanza” e infringiéndoles un duro correctivo. Por ello, los supervivientes de La Fuente de Baños buscaron una nueva ubicación más segura sobre una colina. A este nuevo asentamiento lo llamaron Albalate de Bombarrá: camino hacia Bombarrá, que es hacia donde subía la Fuente de Baños. Ya en el siglo XVI, reconquistada desde hacía muchos años y volcada su vida hacia la producción y comercio de la nuez, deciden cambiar su nombre por Albalate de las Nogueras.
